SURIA NAMASKAR
(saludo al sol)
Me preguntaba como arrancar, o mejor dicho inaugurar, esta sección del blog llamada "cuerpo". Después de mucho pensar, llegue a la conclusión de que la mejor manera sería como empiezan las clases de yoga... después del relax inicial: con el saludo al sol. El objetivo de esta entrada es dar unas pinceladas básicas sobre lo que es, para que sirve y los beneficios.
Ya habrá tiempo en sucesivas entradas para hablar de posturas (asanas), músculos, tendones y ligamentos, chakras, respiración y otros conceptos anatómicos y fisiológicos así como técnicas varias.
¿Qué es el saludo al sol? En román paladín, diría que el saludo al sol es una secuencia de doce movimientos encadenados y acompañados de la respiración que sirven para preparar el cuerpo para la sesión de posturas que viene a continuación. La imagen que os muestro a la derecha detalla con bastante precisión el Saludo al Sol tal y como lo enseñamos, y practicamos, los profesores de la Asociación Internacional de Profesores de Yoga Sananda (AIPYS).
¿A caso hay varias versiones de este ejercicio? A decir verdad, el ejercicio es único; sin embargo, en la práctica de la AIPYS(1) se han introducido toda una serie de modificaciones en base a ajustes anatómicos que tienen como finalidad mantener una práctica segura y evitar lesiones.
Para que entendáis este concepto de práctica segura, veamos una comparativa con el saludo al sol que se hace en otras escuelas (no todas) con tres sencillos ejemplos muy fáciles de entender.
AZUL buscamos proteger la rodilla al ubicar la articulación de la rodilla justo encima del tobillo. Evitamos de esa manera ángulos demasiado abiertos o cerrados que pueden comprometer la integridad de la rodilla al hacer esfuerzos.
El cuerpo occidental no tiene los mismos hábitos que el oriental (por ejemplo, nosotros nos sentamos siempre con sillas, ellos se crían sentados en el suelo). Además, el estilo de vida que llevamos en occidente es más sedentario; la alimentación es bastante más ácida o carnívora (por contra a alkalino o vegetariano). Todo ello hace que nuestros cuerpos, por ejemplo, sean menos flexibles por lo que toda precaución es poca a la hora de hacer un ejercicio intenso como es yoga.
La siguiente pregunta que os puede asaltar sería ¿y para que sirve hacer el saludo al sol? Este ejercicio es el equivalente al calentamiento básico que se hace al empezar a hacer cualquier deporte. Con este ejercicio, y de una manera progresiva en cuanto a esfuerzo, calentamos todos los grandes grupos musculares: piernas, brazos y tronco; lubricamos todas las articulaciones: tobillos, rodillas, caderas, hombros, codos y muñecas; y, también muy importante, aportamos flexibilidad a la columna vertebral lubricando las vertebras y fomentando la hidratación de los discos: zona sacra, lumbar, dorsal y cervical. Vamos, que en cuestión de quince o veinte minutos ponemos el cuerpo a tono para pasar a la práctica de las posturas.
Y ahora os pregunto yo ¿que pensáis que os reportaría, al levantaros de la cama por la mañana, hacer unas cuantas vueltas del saludo al sol? No os respondo, pero a poco que recapacitéis, ya os iréis dando cuenta de lo bueno que puede ser.
Así, de primeras, parece que el saludo al sol, malo, lo que se dice malo, no debe ser. Pero ¿tiene algún beneficio adicional? Pues si, queridos lectores, hay más beneficios. Ahí van algunos. Ya hemos dicho que aporta flexibilidad a la columna vertebral, a las articulaciones y a los músculos; también incrementa la circulación sanguínea y facilita una mejor oxigenación del cuerpo (como buen ejercicio aeróbico); ayuda con la coordinación motora; es un ejercicio simétrico (trabaja el cuerpo igual por el lado derecho que por el lado izquierdo); aumenta la concentración mental; permite desarrollar la noción del espacio alrededor de uno mismo; y coordina la respiración (inspiración, exhalación y retención) con el movimiento.
En próximas entradas iremos desgranando más detalles de esta secuencia, pero por hoy ya tenéis bastante.
Namasté
Marino Gallego
(1) El hatha yoga de la AIPYS representa una síntesis entre el hatha yoga tradicional heredado de Swami Sivananda y su discípulo Swami Vishnu Devananda junto con los avances que se han ido produciendo en las últimas décadas en las áreas de fisioterapia, medicina deportiva... El resultado final es un hatha yoga adaptado a los cuerpos occidentales mediante la aplicación sistemática de principios de anatomía y fisiología para conseguir una práctica segura.
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